

La Condesa de Castiglione era ya, con apenas diecisiete años, de una belleza deslumbrante y un caracter inquieto. Tras su matrimonio con el conde de Castiglione viaja a París, dónde convencida por su primo el Conde de Cavour (ministro de Vittorio Emanuele II y cuñado de aquella), entra en el círculo de amistades de Napoleón III, e intriga a favor de la reunificación de Italia. Su belleza y extravagancia (acude a las fiestas con complicados vestidos que emulan roles dramáticos o simbólicos, como su famosa aparición como Reina de Corazones) siembran el escándalo en la corte francesa, y entre 1856 y 1857 se convierte en amante del rey. Tras su divorcio se instala definitivamente en París, donde permanece hasta su muerte en 1899, dedicada únicamente a alimentar la leyenda de su vida y belleza (en 1871 juega en la sombra un papel destacado a favor de Francia durante la ocupación prusiana).
En sus últimos años el narcisismo y la obsesión por la pérdida de su belleza desestabilizaron su mente: vivía sola y recluida y todas las habitaciones de su residencia en la Plaza Vendôme estaban forradas con telas negras alimentando su leyenda. A esto contribuyó el que a lo largo de más de cuatro décadas, la condesa se hizo fotografiar en más de 700 ocasiones, dando lugar a un conjunto de imágenes totalmente excepcionales en el ámbito de la fotografía y de la retratística del siglo XIX, por el renombrado fotógrafo de la época Pierre-Louis Pierson.
- Notas de salida: Artemisa y limón.
- Notas de corazón: Copaiba, regaliz, pachulí, cedro
- Notas de fondo: Ambar gris, styrax y mirra
Tamaño 100 ML.