MISFIT

 MISFIT EAU DE PARFUM

 Inspiración: Septiembre de 1877, Puerto de Marsella, Francia. Un decadente chal de Cachemira cae sobre la cama. Antiguamente codiciados, en esa época había pasado a ser una prenda menos utilizada por la burguesía, sobre todo por su característico olor a pachulí. La prenda pasa a ser adoptada por bohemios y cortesanas, mezclando la fragancia con lavanda francesa, ámbar almizclado y bálsamos exóticos. Con una nueva vida y en manos de otras clases que resurgen con más estilo, lo "indeseable" vuelve a ser deseado.

 Misfit se centra en la idea de cosas que van y vienen de moda…y de modas que van de la corriente principal a los márgenes de la sociedad. De hacer lo indeseable, deseable nuevamente.

 Notas de salida: Bergamota de Calabria, semilla de zanahoria, angélica, lavanda.

 Notas de corazón: Rosa de Bulgaria, semillas de hibisco, madera de Akigala, benjuí.

 Notas de fondo: Pachuli, haba tonka, ládano, bálsamo de Tolú. 

 EDP Tamaño 100 ml. 

 Curiosidades: 

- El aroma del pachulí llegó por primera vez a las narices occidentales con los chales de estilo Cachemir de moda a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Los chales de lana fina se empaquetaban con hojas de pachulí en sus pliegues para protegerlos de las polillas durante su viaje desde la India a Europa. Su aroma distintivo se convirtió en una marca de su calidad artesanal y origen exótico.

- Los chales viajarían en caravanas desde India, llegando a Egipto y navegando a Marsella, lo que justificaba su altísimo precio. En 1808, los fabricantes franceses y británicos empezaron a copiarlos. Su calidad era buena, pero faltaba algo, el aroma del pachulí, por lo que pidieron a los perfumistas de la épca que crearan aromas que pudieran agregarse a los chales, para hacerlos pasar como auténticos.

- Ya no tan exclusivo, la popularidad de estos mantones entre las élites decayó en la década de 1870, debido a la rebaja de precio, el aumento de la oferta y un cambio en la moda femenina: la popularidad que adoptaron significó que un mantón ya no cubriría de la misma manera y el pachulí ya no era el aroma exclusivo de los círculos aristocráticos ...

-Los chales se pusieron entonces de moda entre cortesanas y prostitutas, que los llevaban desnudas o colgados de forma seductora sobre los muebles. Haciéndose popular en los círculos marginales, el aroma del pachulí, que recuerda las fantasías orientalistas de las odaliscas y evoca los placeres terrenales, se convirtió en el aroma de la decadencia, de los "profesionales del gusto" de dudosa reputación.

-Más tarde, en el siglo XX, los hippies volverían a apropiarse del pachulí por su conexión con la India, su asociación con los inadaptados europeos y por una potencia que enmascaraba el cannabis. Se convirtió en la firma olfativa de la contracultura.

-Para crear esta fórmula, se ambienta la inspiración dentro del dormitorio de una cortesana. Colocarlo en Marsella, el puerto de entrada tradicional de los chales, se asocia a las aguas de lavanda y rosas utilizadas en los rituales de belleza del siglo XIX. Los remedios para la piel con ingredientes como la semilla de hibisco y el bálsamo de tolu se utilizaron con fines medicinales para curar erupciones e incluso enfermedades venéreas. Esas se convirtieron en partes importantes de la base de la fragancia. Curiosamente, el haba tonka se utilizaba tanto en perfumería como en postres franceses ... como una base dulce para una ronda de placeres terrenales.